Qué es y cómo tratar el lupus
El lupus es una enfermedad
autoinmune (cuando el sistema de defensa del cuerpo produce anticuerpos para
las células, tejidos u órganos del cuerpo), que tiende a ser más común en las
mujeres jóvenes.
Conocido en círculos médicos
como LES (lupus eritematoso sistémico), es una enfermedad inflamatoria crónica
que puede afectar múltiples órganos y poco frecuentes cambios presentes la
respuesta inmune, con anticuerpos dirigidos contra las proteínas del propio
organismo, de acuerdo con la asociación de Reumatología de los Estados Unidos.
Aunque se desconoce la causa
del LES, se supone que la interacción de factores genéticos, hormonales y
ambientales puede desencadenar la enfermedad.
Síntomas
Entre los principales
síntomas son lesiones en la piel, que se caracteriza por enrojecimiento en las
mejillas y la nariz, dolor e hinchazón, inflamación de la pleura o el
pericardio (membrana que recubre los pulmones y el corazón), la inflamación en
el riñón. Además de la inflamación en los vasos sanguíneos pequeños, causando
lesiones rojas dolorosas en la palma de la mano y de la planta del pie, techo
de la boca;
Existe la posibilidad de que
con cambios en la sangre aparezcan más de la mitad de los casos, como una
reducción en los glóbulos rojos (anemia), glóbulos blancos (leucopenia),
linfocitos (linfopenia) o plaquetas (trombocitopenia).
En casos menos frecuentes,
la inflamación puede ocurrir en el cerebro, causando convulsiones, cambios de
conducta (psicosis) o el nivel de conciencia e incluso quejas sugestivas de
afectación de los nervios periféricos.
Es difícil de diagnosticar,
por lo general se realiza después de los análisis de sangre analizadas por el
conjunto de síntomas.
Tratamiento
Aunque el lupus no tiene
cura, el tratamiento debe ser individualizado, permite el control de la
enfermedad y la reducción de los síntomas y efectos secundarios de los
medicamentos. Con todo esto, el usuario puede tener una calidad de vida. En
varios países están dado el uso de los fármacos anti-inflamatorios e
inmunosupresores (que reducen la actividad del sistema inmune).
Para evitar las crisis, los
médicos recomiendan evitar los factores que desencadenan la enfermedad. Ellos
son: evitar el sol y otras formas de radiación ultravioleta, el tratamiento de
las infecciones, evitar el uso de estrógenos (anticonceptivos) y otros fármacos
(hidralazina, hidrazida, procainamida) y evitar el estrés.
El reumatólogo es el
especialista más adecuado para el tratamiento y el seguimiento de los pacientes
con LES, y, en su caso, otros expertos deben trabajar en conjunto.